despierta españa

Programa Político

Política de Industria, Energía e I+D+I

Nuestro progama de un vistazo

Reindustrialización

 Apostaremos decididamente por la reindustrialización de España, sobre todo en aquellas zonas que fueron olvidadas en anteriores planes de desarrollo industrial y están seriamente amenazadas por el fantasma de la despoblación y en aquellas otras que se están viendo afectadas por la delincuencia relacionada con el narcotráfico y el contrabando, fenómenos con los que vamos a acabar. Con ese impulso al incremento de producción industrial lograremos una mayor generación de riqueza y empleo que, unida a nuestra política de vivienda, mejorará la vida de la población de todas esas zonas de nuestro territorio nacional .

Pondremos todo el empeño en establecer una normativa adecuada para que las empresas no tengan que plantearse salir de España. La deslocalización de tanta producción, como está ocurriendo ahora, es un peligro para nuestra soberanía y para la capacidad de respuesta ante una gran variedad de situaciones a las que nos podemos enfrentar en el futuro.

En nuestra estrategia para Industria incluiremos el eficiente aprovechamiento de los Fondos que nos llegan de la Unión Europea, de manera que tengan inmediato reflejo en la mejora de la economía real.

Inversión en I+D+I

La inversión decidida y continuada en I+D+i es la mejor inversión que puede realizar en una Nación, junto a la que se pueda realizar en Educación. La inversión en investigación e innovación genera beneficios para la sanidad, la competitividad, el desarrollo industrial, el primer sector productivo y para el bienestar de las personas. Avante 2/3 dedicará el 3,5 % del PIB, para situarse por encima de la media de los países de la OCDE y entre los países de la UE que están a la cabeza en ese aspecto. Esa inversión será en parte dirigida a los Organismos Públicos de Investigación que podrán, también, encauzar la misma u otros centros de investigación adscritos o relacionados con aquellos; otra parte de la inversión se dirigirá las entidades adscritas dependientes del Estado (Organismos Autónomos, Agencias Estatales, Universidades, Empresas Públicas, etc.); finalmente se podrá dirigir la inversión a empresas o centros de investigación privados de especial interés.

Daremos máximo reconocimiento y apoyo técnico y económico al profesional de la investigación, para lograr atraer y retener el talento. Se facilitaran canales de comunicación e intercambio entre los centros de investigación y las empresas. Facilitaremos que las patentes españolas no acaben en el extranjero.

Normativa. Apoyo al Estado del desarrollo y a la internacionalización

  Consideramos imprescindible  la simplificación de la burocracia y la eliminación del exceso normativo, en gran parte debido al sistema autonómico que padecemos. Vamos a lograr que nada de eso afecte al emprendimiento de los españoles expulsando a nuestras industrias o disuadiendo a la inversión industrial del exterior en España.

Junto a la simplificación y racionalización de normativa, protegeremos firmemente la competencia mediante la unidad de mercado, eliminando barreras injustas a las empresas nacionales dentro del Territorio Nacional.

Junto a la simplificación y racionalización de normativa, protegeremos firmemente la competencia mediante la unidad de mercado, eliminando barreras injustas a las empresas nacionales dentro del Territorio Nacional.

Se pondrán a disposición de los emprendedores crédito directo y seguros de crédito a la exportación. Reforzaremos las oficinas comerciales de las embajadas españolas en los países que cuenten con una mayor presencia de nuestros empresarios.

Con el fin de impulsar los proyectos de inversión industrial, pondremos en marcha un organismo oficial, para facilitar los trámites que requieran esos proyectos. Ese organismo, dependiente del Ministerio de Industria, apoyo y asesorara en todas las fases del proyecto hasta su puesta en marcha, desde el diseño hasta la conclusión del proyecto, pasando por la tramitación, el seguimiento y asesoramiento y la imprescindible coordinación con otras administraciones.

Digitalización

Completaremos la cobertura de Banda Ancha, con un mínimo de 100 Mbps en sentido descendente por usuario en condiciones de máxima demanda, en todas las zonas rurales. Para ello se concertarán con los operadores las condiciones necesarias para la extensión de la red de fibra óptica y, si es necesario, se recurrirá al empleo de la tecnología de acceso fijo radio, al Internet Satelital o Hispasat para Zonas Rurales (que ya opera a 200 Mbps).

Apoyo a la pequeña y mediana empresa

Apoyaremos financieramente a las PYMES innovadoras del sector tecnológico, desde su creación hasta que, en un tiempo determinado, fijado de antemano, logren remontar, mediante participación en el capital o a través de préstamos participativos u otros instrumentos financieros.

Impulsaremos, mediante ayudas oficiales, la digitalización de las PYMES y Autónomos sin poner topes o mínimos de facturación a las empresas suministradoras de material y/o formación. Apoyaremos el desarrollo de la inteligencia artificial y otras nuevas tecnologías en los procesos productivos de la Industria Nacional, incluidas PYMES y Autónomos.

Sectores estratégicos de la industria nacional

Consideramos estratégicos los siguientes sectores de la Industria Nacional, sin querer decir con ello que dejemos de prestar la atención que merecen los demás:

Energía

El episodio del apagón total en España y Portugal del pasado 28 de marzo ha dejado claro que, además de que no se pueden dejar las cosas importantes en manos de ineptos adoctrinados, o quizás interesados, tampoco es conveniente fiarlo todo, ni siquiera una buena parte, a las energía renovables. El fanatismo climático y ecologista no ha dado buenos resultados en este caso. Por ello, nosotros, aunque no renunciaremos a la energía fotovoltaica ni a la eólica, haremos que se utilicen en su justa proporción, que será el equilibrio que determinen los técnicos.

Conforme a ello, paralizaremos y revertiremos todas las expropiaciones de terrenos agrícolas que se hayan producido con la finalidad de proceder a la instalación de plantas de energías renovables. Dejarán de peligrar los olivos de Jaén o los almendros de Belchite, por ejemplo, para poner nuestra mirada en la cantidad de placas solares que se puede instalar sobre nuestros canales principales de regadío, miles de kilómetros en toda nuestra geografía.

En paralelo, apostaremos por el mantenimiento de las centrales nucleares actuales, siempre que sea posible según el Consejo de Seguridad Nuclear, y la implantación de nuevas centrales nucleares de las generaciones III+ y IV, más reducidas, refrigeradas por sales, muy seguras y que generan muchísimos menos residuos, material que será almacenado en un almacén centralizado de residuos nucleares.

Seguiremos manteniendo la producción de energía hidroeléctrica y apoyaremos la investigación y el desarrollo de energías basadas en el Hidrógeno y del almacenamiento de energía, una asignatura pendiente para las renovables. Al tiempo que procederemos a la conexión entre cuencas hidrográficas, instalando centrales de bombeo alimentadas con energías renovables para returbinar o trasvasar a otra cuenca.

Por otro lado, estudiaremos detenidamente la posibilidad de explotación de nuestros importantes recursos de gas no convencional e invertiremos en su prospección y extracción. De momento sabemos que, según el informe del Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas sobre las  reservas de gas no convencional en España, nuestras reservas de gas no convencional parece que se podrían cifrar en una cantidad suficiente como para cubrir las necesidades nacionales de consumo de gas (estimación hecha en 2012) durante casi 40 años. Hay que tener en cuenta que en el año 2021 las importaciones de petróleo, gas, carbón y electricidad supusieron para España 46.575 millones de euros. De esta cantidad quizás podríamos haber restado, al menos, 13.000 millones si hubiéramos incluido la explotación del gas no convencional disponible en nuestro subsuelo. Se podía haber incrementado un 4% el PIB, si se hubieran explotado nuestros recursos de gas no convencional, teniendo en cuenta también los empleos directos e indirectos que esa industria podía haber generado.

Volver arriba